10 Perfil del docente E.R.E
¿El profesor de religión puede ser no creyente o debe ser creyente?, desde el punto de vista significativo un no-creyente podría dar clases de religión, si lo pensamos de forma fría y formal ya que, en principio, un no-creyente podría dar la clase de religión siempre que nos movamos en la perspectiva empírica, descriptiva, etc., siguiendo en este ámbito, si no se es creyente, no se puede transmitir lo que la religión significa emocionalmente hablando, y en este sentido, la fenomenología no es lo mismo si no me muevo en ese contexto. Difícilmente se podría dar una clase confesional católica en la escuela bien dada, transmitiendo el mensaje en rigor, sí no se cree en esa religión.
Como practicante, creer y no practicar es una falacia; No solo hay que ser creyente, sino también practicante, la práctica cristiana es vivir como Jesús dice en el evangelio. El practicante tiene como norte el evangelio de Jesús, da sentido a su existencia. No entra en cuestiones morales, ni éticas, sino que se intenta vivir como Jesucristo dice. La eucaristía, por ejemplo, es una necesidad espiritual y una maestra de religión tendrá dificultad si no es creyente y de alguna manera, practicante.
La Iglesia, la institución eclesiástica, considera que los maestros de Educación de Religión Católica son enviados de la Iglesia y nos pide que seamos fieles a lo que considera la Iglesia, esta propone y el Estado es el que paga el salario, pero como se incumpla alguna de sus normas quitan el “título”, algunos ejemplos son: vivir en pareja sin estar casada, estar conviviendo con un divorciado, etc…
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